Quedaba menos de un mes para que comenzara el Mundial de Sudáfrica 2010, cuando oí en la radio que Coca-cola organizaba un concurso para elegir a “los once de la afición” que viajarían al país africano para asistir en directo a los partidos de La Roja.
El premio me pareció sugerente: viaje de ida y vuelta, alojamiento, y entradas para los partidos de España. La estancia allí duraría hasta que La Roja cayera eliminada.
El reto era estimulante, ósea que cogí lápiz y papel y empecé a trazar pinceladas a base de palabras para tunear semánticamente un celebre texto poético de Espronceda y adaptarlo a la causa que ahora me ocupaba.
La verdad es que salió un trabajo fino. Lo pulí, lo saqué brillo, y me dije:
...y ahora hay que interpretarlo.
Para ello convertí el salón de casa en un improvisado estudio de grabación y fiche a un cámara-realizador de plena confianza...mi hija Paula de 11 años.
El resultado fue el siguiente:
Bueno, seamos sinceros... Paula me grabó y mi hermano Rober hizo el montaje del video. Fue divertidísimo...tomas falsas, interrupciones, risas, repeticiones…
El caso es que envié mi video a los de Coca-cola el último día de plazo.
Luego descubrí que la gente había enviado sus vídeos hacía tiempo para conseguir votos de amigos y esas cosas tan coñazo de los concursos de ahora. Yo se lo dije a dos amiguetes pero de poco sirvió, porque a las 48h cerraron el plazo de votación.
Me olvide del tema y seguí con mis asuntos cotidianos.
Dos semanas más tarde me llamaron de Coca Cola para decirme que mi video había sido seleccionado por el departamento de marketing y que me citaban junto al resto de aspirantes en los platós de Telecinco para el casting definitivo.
Yo me quedè sorprendido porque no me lo esperaba en absoluto. Qué subidón!!
Pero cuando llegó el día del casting las cosas pintaron de otro color menos vistoso.
Vaya tropa que se junto allí. En aquella sala de espera en la que nos tuvieron a todos cerca de tres horas el ambiente era surrealista a más no poder.
Pero cuando llegó el día del casting las cosas pintaron de otro color menos vistoso.
Vaya tropa que se junto allí. En aquella sala de espera en la que nos tuvieron a todos cerca de tres horas el ambiente era surrealista a más no poder.
Llegó el momento de entrar al platò. Nos colocaron en una especie de graderío como publico. Allí empezó el típico circo de "ahora aplaudan a rabiar" "ahora le hacemos la ola a la presentadora mientras coreamos su nombre"...etc
Anunciaron que en media hora empezaría el casting y nos sacaron de allí, para subirnos a la planta de arriba, a unas oficinas muy espaciosas.
Anunciaron que en media hora empezaría el casting y nos sacaron de allí, para subirnos a la planta de arriba, a unas oficinas muy espaciosas.
Una vez allí, unas chicas jovencitas empezaron a repartir entre los aspirantes tacos de hojas grapadas. A mí me entró un sopor cuando nos dijeron que había que firmar toda aquella documentación. Empecé a leer el lote como el que se pone de primeras con Don Quijote. El contenido iba orientado principalmente a la renuncia a los derechos de imagen propia. Pero lo mas peliagudo de la letra pequeña era el compromiso que se adquiría con la Hacienda Publica de tributar el correspondiente porcentaje sobre premios en especie. Ellos fijaban un valor de 26.000€ para la estancia completa en Sudáfrica, suponiendo que España llegara a la final. Es decir, que en ese caso yo tendría que pagar el 19% , unos 5.000€.
Me hacen gracia los premios en los que te toca rascarte el bolsillo
¡pero hombre! Señores de Coca cola!! Si dan un premio...que sea gratis para el agraciado ¿no?
Yo le dije a una de las chiquitas que quería hablar con algún responsable.
-Para que?- pues para cambiar la cláusula de la carga tributaria sobre premios en especie.-Es que no se puede cambiar nada-. Vale ya entiendo ...son lentejas, no? Pues yo las dejo.
Yo le dije a una de las chiquitas que quería hablar con algún responsable.
-Para que?- pues para cambiar la cláusula de la carga tributaria sobre premios en especie.-Es que no se puede cambiar nada-. Vale ya entiendo ...son lentejas, no? Pues yo las dejo.
Bastante cabreado bajé las escaleras con intención de largarme de allí cuanto antes. En aquel laberinto de pasillos andaba medio perdido cuando una voz anónima me dijo desde el final del corredor - si ya has firmado ven conmigo- pues mira no he firmado y estoy buscando la salida ¿Me puedes ayudar?
Trató de convencerme: Haz el casting, ya que estás aquí y luego si quieres, firmas o no.
¿Para que voy hacer el casting si no pienso firmar vuestras condiciones? Acaso las vais a cambiar?
No porque blablabla…
Interrumpiéndole, dije “un seco adiós”,me di la vuelta y me fui cabreadísimo.
Al salir estaba mi amigo Miguel “el marqués”, como le llamamos cariñosamente en el barrio.
Miguel... Lo que me va a molar ver los partidos de La Selección en el barrio con los de siempre
.- Con dos cojones Tio Luigi!! Y nos fuimos de cañas.
